Qué es una campaña de marketing (método en 7 pasos para gerentes ocupados)

Cuaderno con la palabra marketing rodeado de íconos coloridos que representan crecimiento, comunicación digital y es alusiva a una campaña de marketing

La semana pasada, mientras pensaba en mis puntos fuertes como profesional, llegué a una conclusión obvia: sé hacer campañas de marketing. Pero, casi de inmediato, me asaltó la pregunta clave: “¿Pero qué es realmente una campaña de marketing?” Sorprendentemente, después de haber hecho decenas (o cientos) a lo largo de mi vida, no pude dar con una respuesta sencilla al instante. Ahí llegó una reflexión: si no soy capaz de explicarle a mi mamá en 30 segundos qué es una campaña de marketing, me estoy complicando más de la cuenta.

Llevo años armando campañas desde todos los ángulos: estratega, creativo, diseñador, copywriter, y hasta el que persigue al equipo para que las cosas salgan. No importa si trabajas para marcas gigantes o para el negocio del barrio, el principio es el mismo: una campaña es tu oferta, en tiempo limitado, con una meta clara y un presupuesto que no te duela. Nada de humo. Nada de palabrejas. Aquí te cuento qué es una campaña de marketing como lo explico a cualquier dueño de negocio: directo, con ejemplos y siempre enfocado en resultados.

Primero: ¿qué es una campaña de marketing?

Piensa en una campaña como si fuera organizar una fiesta. Tienes que decidir:

  1. Qué le prometes a tu invitado (el mensaje).
  2. Dónde lo vas a invitar (canales: WhatsApp, email, redes, radio, tu primo influencer).
  3. Cuánto vas a gastar y cuándo lo harás (presupuesto y calendario).

Si te falta uno de esos ingredientes, tu campaña es solo una idea suelta por ahí.

Publicidad vs. marketing (la confusión eterna)

Publicidad es pagar para que tu mensaje salga en algún lado (anuncios).
Marketing es todo: lo que haces para atraer, convertir y enamorar clientes (contenido, web, ventas, servicio), más la publicidad.

La publicidad empuja, el marketing orquesta. ¿Vas viendo la diferencia?

Así aprendí en la cancha

Cuando empecé, lanzaba campañas como quien tira dardos al azar. Con el tiempo, me llevé golpes, aprendizajes y, sobre todo, entendí qué le funciona a cada usuario. He trabajado en retail, agroindustria, tecnología, seguros… Con presupuestos gigantes y con lo que alcanza para un par de anuncios en Instagram. ¿La clave? Ser creativo pero aterrizado, y escuchar. Planificar es clave, pero la parte divertida viene en el seguimiento feroz para cruzar la meta; allí meto toda mi intensidad.

Te comparto mi método—sin tecnicismos—para que lo uses desde mañana.

El método en 7 pasos para gerentes ocupados

1) Una meta que entienda cualquiera

Si tienes dos metas, no tienes ninguna:

  • Vender 120 cajas del producto X en 30 días.
  • Agendar 50 citas calificadas este mes.
  • Conseguir 300 registros para el webinar del 15 de noviembre.

En serio: una meta, bien clarita.

2) Elige a la persona adecuada (no “todo el mundo”)

Más de una vez me he topado con emprendedores que sueñan con venderle a todo el mundo. Y siempre les digo: cuando apuntas a todos, no le hablas realmente a nadie. Imagina que vendes pasteles: no es lo mismo hablarle a una mamá con poco tiempo que a un universitario buscando el regalo perfecto. Cuanto más claro tengas a quién quieres llegar, más fácil será

  • Agrotienda: “Productores de café que buscan renovar maquinaria antes de la próxima cosecha.”
  • Software: “Gerentes de operaciones con 10–50 empleados que sufren con inventarios.”

Si quieres abarcar a todos, no conectas con nadie.

3) Pulir la oferta (que se entienda en 5 segundos)

Haz el ejercicio: ¿tu cliente puede repetir la oferta sin mirar la pantalla?
Una oferta clara responde:

  • ¿Qué recibo?: “Auditoría gratuita de 30 minutos.”
  • ¿Por qué lo necesito ahora?: “Cupos limitados esta semana.”
  • ¿Qué me quita el miedo?: “Si no te sirve, te regalamos una lista de mejoras.”

Si la oferta es confusa, no hay venta—lo aprendí perdiendo dinero en campañas sin probar antes el mensaje.

4) Tu cliente es el héroe

Una vez lanzamos una campaña de cortasetos con el clásico mensaje: “Lo último en maquinaria para jardinería”. Y la verdad, apenas logramos un par de respuestas tímidas. Decidimos cambiar el enfoque: “¿Te toma demasiado tiempo podar los setos altos? Prueba este cortasetos y termina en menos de la mitad del tiempo, sin escaleras y sin esfuerzo”. Ahí sí empezamos a recibir consultas genuinas. Al final, lo que conecta es hablar del problema del usuario, la mejora que prometes, una prueba real y pasos claros para conseguir el resultado.

5) Elige 2–3 canales y ponlos a trabajar juntos

¿Sabías que menos es más? Un negocio pequeño no necesita estar en todos lados.

  • WhatsApp/Email: para conversar y cerrar.
  • Redes: para dar alcance rápido.
  • Aliados/Clientes felices: para credibilidad.

Si metes más canales de los que puedes atender, solo creas ruido.

6) Presupuesto y calendario sencillo

Así funciona mi “regla 70/20/10”:

  • Semana 1: prueba mensajes y públicos con poco presupuesto.
  • Semanas 2-3: acelera lo que funciona (duplica inversión donde sí hay resultados).
  • Semana 4: remate con oferta final y recordatorios.

Distribuye el dinero así:

  • 70% en lo que ya da resultados,
  • 20% en ideas nuevas prometedoras,
  • 10% en experimentos (a veces ahí está el “hit”).

7) Reunión semanal express (media hora)

No te llenes de gráficos. Responde:

  • ¿Cuántos vieron el mensaje?
  • ¿Cuántos preguntaron o se registraron?
  • ¿Cuántos compraron o agendaron?
  • ¿Cuánto costó cada venta/cita?
  • ¿Qué anuncio funcionó mejor?

Hoja de 5 números y listo: duplicar, ajustar o pausar.

Ejemplo rápidos para aterrizar ideas

Agrotienda

  • Meta: vender 150 kits “Suelo Fuerte” (NPK + acondicionador + guía) en 30 días en municipio y veredas cercanas.
  • Oferta: “Kit Suelo Fuerte con 10% off + visita técnica corta. Promoción válida hasta fin de mes.”
  • Canales: reels con antes/después en Facebook/Instagram, volante con QR en cooperativa y puntos de insumos, WhatsApp Business a clientes de la zona.
  • Mensaje: “¿El suelo está cansado? Recupera nutrientes y mejora tu cosecha con el Kit Suelo Fuerte. 10% de descuento y te acompañamos en la aplicación.”
  • Remate: demo en tienda el sábado 10 a.m. (mezcla y aplicación), testimonio de un productor local y sorteo de 1 kitentre asistentes registrados.

Tu laboratorio gratis: contenido orgánico

Antes de poner plata, prueba tus ideas con contenido orgánico:

  • 10 titulares distintos.
  • 3 versiones de la oferta.
  • 3 formatos: video corto, carrusel, texto con foto.

Lo que la gente guarda, comparte o comenta es tu campeón. Luego sí, mete presupuesto.

Métricas sin tecnicismos

  • Alcance: cuánta gente vio la campaña.
  • Interés: quién hizo clic, preguntó, escribió.
  • Contactos: cuántos dejaron datos o reservaron.
  • Ventas/Citas: cuántos compraron/agendaron.
  • Costo por resultado: cuánto te costó cada venta/cita.

Si quieres una más: repite lo que generó más ventas al menor costo. Lo demás es adornar informes.

Los errores más caros (te confieso los míos)

Si me dieran un peso por cada vez que caí en estos, ya sería millonario:

  1. Hablarle a todos (no conecta nadie).
  2. Vender características en vez de beneficios (lo que tu producto hace por el cliente es lo que importa).
  3. Ofertas confusas (“consulta estratégica integral…” ¿y eso qué es?).
  4. Demasiados canales; dos o tres bien atendidos son suficiente.
  5. No preparar la casa: web lenta, botón escondido, WhatsApp sin respuesta. El cliente llega, pero se va.
  6. Olvidar que compites contra hábitos de gasto: no solo tu rival, sino la pizza del viernes y la suscripción que nunca usan.

Checklist para lanzar mañana

  • Una meta (clara y medible).
  • Una persona (describe su día, su dolor y su deseo).
  • Una oferta (qué y por qué ahora, sin miedo).
  • Un mensaje (problema + promesa + prueba + pasos).
  • Dos canales (máximo tres).
  • Tres creativos (formas distintas de decir lo mismo).
  • Calendario de 4 semanas (prueba, acelerar, remate).
  • Tabla simple con los cinco números.

Imprime, pégalo en la pared y úsalo como guía exprés.

Trucos que multiplican resultados

  • El primer segundo importa: en video, muestra el “después” de una vez.
  • Prueba social: una frase real de cliente vale más que diez slogans.
  • Fricción baja: mientras menos datos pidas, más personas terminan el formulario.
  • Seguimiento rápido: vende quien atiende antes.
  • Recordatorios: el último día de campaña siempre suma con el “último aviso”.

Mi cierre (te comparto una última historia)

Lo vuelvo a decir: una campaña es poner a rodar una oferta clara, en tiempo limitado, con una meta definida y usando bien los medios disponibles. Si respetas ese principio y no te pierdes en tecnicismos, la cosa fluye.

¿El siguiente paso? Agarra papel y lápiz, escribe tu meta única, describe a quién ayudas y redacta tu oferta en una frase. En una semana tendrás algo andando. Y cuando funcione: ni te distraigas. Duplica lo que ya da resultado. Innovar está bien, pero primero asegúrate de que el caballo cruza el río.

¿Listo para lanzar la tuya? Ya sabes que aquí todo sale sobre la marcha, pero la magia está en hacerlo.

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