La planeación estratégica puede parecer un lujo hoy en día, pero es una inversión indispensable para cualquier negocio. A menudo estamos más enfocados en lo urgente de la semana que en lo importante del próximo año. Yo solía pensar así hasta que tuve una experiencia que me cambió la forma de ver las cosas.
Trabajando en grandes empresas, tuve la oportunidad de participar en jornadas de planificación donde los equipos de marketing nos retirábamos a un hotel para definir el plan del siguiente año. Era un proceso que parecía costoso en términos de tiempo y dinero, pero los resultados eran evidentes: equipos más alineados, estrategias más claras y, sobre todo, objetivos alcanzables y medibles.
Esa mentalidad la hemos implementado en TWO Agencia de Marketing , y hace una semana comenzamos nuestro plan anual. Decidimos involucrar a personas externas para obtener nuevas perspectivas. Por ejemplo, invitamos a Federico Gallardo , quien nos ayudó a iniciar la primera jornada con una excelente sesión de coaching. En ella, Luis Orlando Palacios M. y yo logramos alinear nuestras visiones personales con la visión que tenemos como fundadores. Esto fue clave para establecer metas claras y coherentes para nuestra agencia de cara a 2025.
Darnos el tiempo para pensar hacia dónde queremos ir ha sido una de las mejores inversiones que hemos hecho. Si crees que planificar es costoso, imagina lo que cuesta invertir tiempo, recursos y dinero en acciones que no te llevan al destino que imaginas para tu empresa.
Aquí te dejo algunas recomendaciones que nos han funcionado al realizar nuestra planeación estratégica:
- Mantén el foco: Define claramente lo que quieres lograr al final de cada jornada y asegúrate de trabajar con total enfoque en ese objetivo.
- Evita distracciones: Despeja tu agenda de compromisos paralelos. Este proceso es crucial y merece tu completa atención.
- Busca nuevos puntos de vista: Involucra a personas externas, explora nuevos procesos o identifica formas innovadoras de alcanzar tus objetivos. Abrirse a nuevas ideas siempre enriquece la planificación.
- Oportunidades y tendencias: Analiza hacia dónde va tu sector y entiende el contexto económico del mercado en el que te mueves. La planificación debe ser flexible y ajustada a la realidad.
- Seguimiento: Establece revisiones periódicas (mensuales, bimestrales o trimestrales) para asegurarte de que no has perdido el rumbo. El seguimiento es lo que te permitirá ajustar y cumplir tus metas.
Aún quedan tres meses para cerrar el año. Mi recomendación: busca el tiempo para planificar tu próximo ciclo. Aunque vivimos en tiempos de cambio, dedicar tiempo a definir metas claras vale más que nunca.
Estoy convencido de que una planeación estratégica sólida es la mejor forma de comenzar un nuevo año. Esto te permitirá dirigir tu energía hacia las acciones que realmente impulsarán el crecimiento de tu negocio o área. La claridad en los objetivos y la dirección es lo que marca la diferencia entre reaccionar y liderar el cambio.